Ricardito …

Ricardito fumaba para hacerse el canchero. Usted podrá pensar que era un imbécil, pero no lo era. Fumaba únicamente cuando estaba solo, mientras pensaba “soy de lo mejor que he visto”. Estaba feliz porque había mantenido relaciones sexuales. El equilibrio del cosmos le importaba un comino, lo único que le interesaba era su pene.